lunes, 1 de diciembre de 2008

Lee la fuerza / Cuento - agua

JULIO RAMÓN RIBEYRO
LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS
Con magistral talento, Julio Ramón Ribeyro nos cuenta la historia de Efraín y Enrique, dos niños explotados por un abuelo inescrupuloso, que los obligaba a rebuscar la basura en busca de comida para su marrano. Cada día, muy de mañana, Don Santos poniéndose su pierna de palo, despertaba a sus nietos para que salieran a la calle con sus cubos; en busca de desperdicios para Pascual, el cerdo que engordaba en el chiquero.Cual gallinazos sin plumas, Enrique y Efraín se perdían en la húmeda ciudad para vaciar los botes de basura y escoger los desperdicios que eran el deleite del animal que se había convertido en un monstruo insaciable. Cada vez, el abuelo les exigía traer mayor cantidad de comida; de lo contrario, estallaba en cólera y los llenaba de insultos. Obligados fueron a rebuscar el muladar cercano al mar, donde los gallinazos y los perros se desplazaban como hormigas, en medio de un olor nauseabundo. Allí había suficiente comida para Pascual. Pronto los dos chicos se convirtieron en parte de la extraña fauna que se hundía en el fango para sobrevivir.

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